El viernes estuve en el estreno en Madrid de la obra El Bramido de Dusseldorf de dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco, en el Teatro de La Abadía.
Cautivado por la manera en la que el autor compone una meta-escena compleja y con múltiples capas, que se desdibujan y se entremezclan ante el espectador, he hecho este dibujo en referencia a su cuidada y sencilla visualidad. Ir a ver obras de Sergio Banco es ir a lo seguro; nunca decepciona y siempre emociona.